sábado, 10 de octubre de 2020
jueves, 10 de noviembre de 2011
"También había una arcada de cejas bajo las cuales todo el cielo pasaba, un verdadero cielo de violación, de rapto, de lava, de tormenta, de rabia; en suma, un cielo absolutamente teologal. Un cielo como un arco erguido, como la trompeta de los abismos, como la cicuta bebida en sueños, un cielo contenido en todos los frascos de la muerte, el cielo de Eloísa sobre Abelardo, un cielo de enamorado suicida, un cielo que poseía todas las furias del amor."
martes, 16 de agosto de 2011
martes, 2 de agosto de 2011
sábado, 25 de junio de 2011
Soneto al amor basura
Hebert Fayet
El amor es un ciclo de amargura
y no es como lo pintan los poetas
en absurdos sonetos y cuartetas
o en sus prosas repletas de basura.
El amor por su egoismo no perdura
la traiciòn lo aniquila totalmente
y es el opio adictivo de la mente
que ciega y anestesia la cordura.
Los años uno a uno se estàn yendo
las penas, sin embargo, no se van
se quedan, multiplican y creciendo...
....el alma lastimando siempre estàn
con su burla al que aún sigue creyendo
que el amor fue un invento de satàn
viernes, 10 de junio de 2011
viernes, 3 de junio de 2011
domingo, 15 de mayo de 2011
viernes, 13 de mayo de 2011
“Nosotros hemos inventado la felicidad” dicen los últimos hombres, y parpadean
Han abandonado las comarcas donde era duro vivir: pues la gente necesita calor. La gente ama incluso al vecino y se restriega contra él: pues necesita calor.
Enfermar y desconfiar considéranlo pecaminoso: la gente camina con cuidado. ¡Un tonto es quien sigue tropezando con piedras o con hombres!
Un poco de veneno de vez en cuando: eso produce sueños agradables. Y mucho veneno al final, para tener un morir agradable.
La gente continúa trabajando, pues el trabajo es un entretenimiento. Mas procura que el entretenimiento no canse. La gente ya no se hace ni pobre ni rica: ambas cosas son demasiado molestas. ¿Quién quiere aún gobernar? ¿Quién aún obedecer? Ambas cosas son demasiado molesta
jueves, 5 de mayo de 2011
Allí donde tiemblan
Allí donde tiemblan vitriolos vivientes
los poetas elevan sus manos,
el cielo ídolo sobre las mesas
se vuelve sobre sí mismo, y el fino sexo
empapa una lengua de hielo
en cada agujero, en cada lugar
que al avanzar el cielo deja libre.
El suelo está emparedado de almas
y de mujeres con un sexo hermoso
donde los minúsculos cadáveres
reflejan sus momias.
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